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Gobernanza Ambiental en la Región de Valparaíso: Desafíos y Oportunidades para un Crecimiento Económico Sostenible

Por: Juan Pablo Espinoza Monrroy, coordinador de Proyectos Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas Universidad de Valparaíso.

La Región de Valparaíso, caracterizada por su vasta diversidad geográfica y económica, ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo económico de Chile. Según el Banco Central de Chile (2023), esta región aporta aproximadamente el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, destacándose en sectores clave como el comercio, la minería y el turismo. No obstante, este crecimiento económico ha traído consigo presiones significativas sobre los recursos naturales y el medio ambiente, lo que plantea desafíos críticos para alcanzar un desarrollo genuinamente sostenible en la región.


En este escenario, la gobernanza ambiental emerge como un elemento crucial para enfrentar estos desafíos. Esta gobernanza se refiere a la capacidad de las instituciones locales para gestionar eficazmente los recursos naturales y mitigar los impactos ambientales. Sin embargo, en Valparaíso, la estructura de gobernanza ambiental ha mostrado debilidades significativas. A pesar de la existencia de marcos regulatorios a nivel nacional, la implementación a nivel local ha sido limitada. De hecho, solo un municipio de los 38 en la región ha obtenido la certificación en Gobernanza Ambiental (González, 2020). Esta disparidad entre la normativa y su aplicación práctica subraya la necesidad imperiosa de fortalecer las capacidades institucionales a nivel local.


Los datos recientes sobre la situación ambiental de la región refuerzan la urgencia de mejorar la gestión ambiental. La Superintendencia del Medio Ambiente (2023) ha informado un aumento del 20% en las emisiones de gases contaminantes en la última década, lo que ha deteriorado la calidad del aire en zonas urbanas como Quintero y Puchuncaví. Además, la sobreexplotación de los recursos hídricos ha generado conflictos sociales en comunas rurales, donde el acceso al agua se ha visto gravemente comprometido por actividades industriales y agrícolas intensivas (Ministerio del Medio Ambiente, 2023).


Para construir una gobernanza ambiental efectiva en la Región de Valparaíso, es fundamental fortalecer las capacidades de los gobiernos locales. Esto no solo implica la capacitación de funcionarios en temas ambientales, sino también la creación de unidades especializadas en gobernanza ambiental dentro de los municipios. Igualmente crucial es la provisión de recursos técnicos y financieros adecuados para la implementación efectiva de políticas ambientales. La fragmentación institucional ha sido uno de los principales obstáculos para una gobernanza eficaz, por lo que la coordinación intermunicipal y con actores regionales debe ser prioritaria.


La participación ciudadana desempeña también un papel central en la construcción de una gobernanza ambiental robusta. Involucrar a la sociedad civil en la toma de decisiones ambientales no solo mejora la efectividad de las políticas, sino que también incrementa la legitimidad de las decisiones adoptadas. Estudios han demostrado que la participación activa de la comunidad resulta en políticas ambientales más efectivas y con un mayor impacto a largo plazo (Pérez & Herrera, 2022). Por ello, es imperativo reforzar y ampliar los mecanismos de participación ciudadana, tales como audiencias públicas y consultas comunitarias, para garantizar que las decisiones reflejen las necesidades y aspiraciones de la comunidad.

Asimismo, la colaboración entre el sector público y privado es indispensable para abordar los complejos problemas ambientales que enfrenta la región. Las empresas que operan en Valparaíso deben ser incentivadas a adoptar prácticas más sostenibles a través de programas de responsabilidad social corporativa y del cumplimiento de normativas ambientales más estrictas. Estas alianzas pueden facilitar la transferencia de tecnologías limpias y la inversión en infraestructura verde, contribuyendo a una economía más sostenible en la región.

El establecimiento de sistemas de monitoreo ambiental robustos es otro componente esencial para asegurar que las políticas implementadas tengan el impacto deseado. La transparencia en la gestión de los recursos naturales y la difusión de información clara y accesible a la población son fundamentales para construir confianza en las instituciones y asegurar la participación informada de la ciudadanía. Un enfoque basado en la transparencia y el monitoreo continuo permitirá no solo evaluar el progreso, sino también ajustar las políticas en respuesta a nuevos desafíos ambientales.

 

Juan Pablo Espinoza Monrroy
Sociólogo
Coordinador de Proyectos Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas
Universidad de Valparaíso.